El fútbol argentino vive en estado condicional. Ayer se conoció el fixture del campeonato que debería comenzar el viernes 19 de agosto, siempre que la primera división no se solidarice con la amenaza de huelga con los clubes de ascenso, insatisfechos con el monto de dinero que les girará el Gobierno nacional.
El formato vuelve a cambiar. De las dos zonas con 15 equipos cada una, ahora se pasa a los 30 a una sola rueda, con los clásicos que se repiten. Esta clase de partidos recupera uno muy especial en Córdoba con el ascenso de Talleres, que se encontrará con Belgrano. Un certamen de este tipo fue el que obtuvo Boca en 2015, con la diferencia que se disputó de febrero a noviembre. Este tendrá un primer tramo entre agosto y el 18 de diciembre; luego del receso se reanudará el 12 de febrero y la última fecha está programada para el 29 de mayo. No hay previstas fechas de entresemana y las cuatro interrupciones obedecerán a las dos dobles jornadas por las eliminatorias en septiembre, octubre, noviembre y marzo.
Los cuatro primeros de las posiciones se clasificarán a la Copa Libertadores 2018; los ubicados entre el quinto y el décimo lugar accederán a la Copa Sudamericana 2017. Con este organigrama se vuelve a una antigua disfunción: los que accedan a la Copa Libertadores la empezarán a jugar ocho meses después de haberse clasificado, con dos mercados de pases en el medio, un lapso en el que los equipos pasan por fuertes transformaciones.
En este torneo se pondrá en marcha la progresiva reducción de cantidad de participantes para ir corrigiendo el esperpento de los 30 equipos: descenderán cuatro y ascenderán dos de la B Nacional. Los cuatro que empiezan con el promedio más bajo son Atlético de Rafaela, Temperley, Sarmiento y Olimpo.
Los superclásicos están fijados para el 4 de diciembre (fecha 13a), en el Monumental, y el 16 de abril, en la Bombonera, por la 24a jornada, cuando se jugarán todos los clásicos, los únicos que tienen partido y revancha.
La apertura promete un plato fuerte con el choque entre el campeón Lanús y Boca. En el club xeneize ven un arranque exigente: después de la visita al Granate le toca recibir a Belgrano e ir a Mendoza contra Godoy Cruz.
En cuanto a la distribución local/visitante, Boca recibirá a los dos de Avellaneda, Racing e Independiente, y a San Lorenzo lo verá en el Nuevo Gasómetro. Además de Mendoza, los otros viajes que le esperan a Boca son Atlético Tucumán, San Martín de San Juan, Atlético de Rafaela, Aldosivi de Mar del Plata y Olimpo de Bahía Blanca.
River postergará su debut frente a Banfield si la AFA hace lugar a su pedido por el viaje que hará a Bogotá para enfrentar el 18 de agosto a Santa Fe, en la ida por la Recopa Sudamericana (la disputan los campeones de la Libertadores y Sudamericana 2015).
De tres clásicos, River tiene afuera los de Independiente y San Lorenzo, y adentro el de Racing. Deberá cubrir cientos de kilómetros para enfrentar a Talleres, Patronato, Newell's, Olimpo, Godoy Cruz, Atlético Tucumán y Colón.
San Lorenzo será anfitrión ante River y Boca, pero se trasladará dos veces a Avellaneda por Racing e Independiente. El torneo ya está en los papeles, a la espera de que los desarreglos institucionales le permitan llegar a la cancha.
