La homilía estuvo a cargo del obispo de Laferrere, provincia de Buenos Aires, Gabriel Barba, quien destacó que viene a Salta “como peregrino a los pies del Señor y Virgen del Milagro. Le agradezco a Monseñor Mario Cargnello por permitirme estar acá, hace mucho quería vivir el Milagro. Le agradezco al pueblo de Salta por recibirme y, sobre todo, gracias por el privilegio de permitirme presidir esta Eucaristía en honor a nuestra madre”.
En su mensaje, el obispo aseguró: “La vida es una peregrinación, pero es importante tener un rumbo, saber hacia doóde vamos y eso es lo que nos ha heredado Jesús: un rumbo hacia la casa del Padre. Ser peregrinos con el Padre que da sentido nuestra vida, en Cristo que nos hace fuerte para la entrega”.
“En estos días, he visto al pueblo de Dios orante, que reza, que celebra y renueva de corazón y sin obligación su pacto de fidelidad. Que reza en serio, desde sus entrañas y con su rica historia. Veo familias rezando juntas, que enseñan y transmiten a sus hijos la fe”. Y continuó: “El pueblo de Salta rezando en estos días se convierte en maestro, porque es un pueblo que enseña a rezar. Hoy en un mundo tan individualista, hay un pueblo que enseña a rezar”
En un breve contacto con la prensa, el intendente Sáenz sostuvo: “Es un momento de unión, un tiempo para dejarse llevar por la fe que cada uno de nosotros tenemos. Es una enseñanza para todos, porque el Milagro nos demuestra que si nos unimos podemos realizar grandes cosas”.
A la misa estacional asistieron, además, el gobernador Juan Manuel Urtubey; el vicegobernador Miguel Isa; el presidente del Concejo Deliberante, Matías Cánepa; el jefe de Gabinete, Luis García Salado; el secretario de Gobierno, Ricardo Villada; el secretario de Turismo de la Municipalidad, Mario Peña; el secretario de Modernización, Martín Güemes y la secretaria de Desarrollo Social, Guadalupe Colque, entre otros funcionarios provinciales y municipales.
