El 1 de marzo ha sido instituido como Día Internacional de Concientización sobre la Autolesión. Se define a la autolesión como el acto intencional de realizarse daño físico sin la intención de quitarse la vida, como cortes, quemaduras, golpes, etc.
El Ministerio de Salud Pública aborda esta problemática a través de los servicios de salud mental de hospitales y centros de salud del primer nivel de atención.
En el ámbito de la Secretaría de Salud Mental y Adicciones funciona el programa GUIAF, que es un Grupo Interdisciplinario de Abordaje Familiar en Episodios de Suicidio o Intento de Suicidio. Este espacio cuenta con profesionales que brindan apoyo y orientación en materia de autolesiones.
La jefa del programa GUIAF, Yasmín Salomón, explicó que las autolesiones más comunes son los cortes, que se producen en muslos, abdomen y muñecas. “Es un daño autoinfligido, que la persona se produce porque no puede verbalizar lo que le está pasando: emociones negativas, ira, dolor psíquico. Al autolesionarse, está manifestando problemas sobre los que no puede hablar”, dijo.
La profesional agregó que “este problema se da más en la población adolescente y es importante ver esto como un signo de alarma; los familiares, docentes, amigos, personas del entorno, que observen autolesiones en un adolescente o joven pueden solicitar ayuda psicológica en un hospital o centro de salud, donde hay profesionales de salud mental capacitados para atender esta problemática”.
También dijo que hay otros signos de alarma a tener en cuenta. “Algunas personas usan mangas largas, se cubren el cuerpo aún en días de mucho calor, posiblemente ocultan autolesiones; también hay que poner atención a cambios de comportamiento, aislamiento, son manifestaciones de que la persona está teniendo un dolor psíquico, pensamientos negativos”, dijo Salomón.
Epidemiología
A nivel nacional aún no se cuenta con datos estadísticos que reflejen la edad de inicio de las autolesiones, ya que la obligatoriedad de registro comenzó a finales del año 2023, comentó Yasmín Salomón, acotando que “en Salta, sí contamos con registro estadístico desde el año 2018, lo que nos permite saber que las autolesiones comienzan en la etapa adolescente y se extienden hasta los 25 años”.
“Otro dato que se desprende de ese registro es que los adolescentes no consultan espontáneamente en el servicio de salud, generalmente son derivados por asesorías, establecimientos educativos, centros deportivos, mientras que los adultos jóvenes sí consultan en hospitales o centros de salud”, expresó la profesional.
En la provincia de Salta, las autolesiones se presentan prevalentemente en adolescentes y jóvenes de entre 10 y 24 años, con el 59% de los casos.
En relación al género, las autolesiones predominan en mujeres, con el 62%, mientras que los varones representan el 38%.
El método más utilizado es el uso de un objeto cortante, que ocupa el 91%. Los golpes autoinfligidos ocupan el 5% y las quemaduras, el 4%.
El 83% de los casos de autolesión ingresan al sistema de salud por derivación de otras instituciones como juzgados, asesorías, escuelas y colegios.
Las demandas espontáneas representan un 16%, en su mayoría por parte de padres y amigos.
En el hospital de salud mental Dr. Miguel Ragone se atendió por guardia a 18 personas con lesiones autoinfligidas durante enero y febrero del presente año.
Registros del hospital San Bernardo, correspondientes al año 2023, dan cuenta de que por guardia se asistió a 344 personas, por lesiones autoinfligidas e intento de suicidio.
Darles importancia
Las violencias autoinfligidas pueden tener una intención suicida manifiesta, o no. Si bien en algunas situaciones la diferenciación entre la presencia o ausencia de intencionalidad suicida es clara, en muchos casos no lo es.
Debido a esto, se resalta la importancia de realizar un abordaje integral de las autolesiones en adolescentes y jóvenes, y brindar una escucha atenta, empática y respetuosa.
Las autolesiones pueden estar relacionadas con diversos factores de riesgo, como trastornos de salud mental, experiencias traumáticas, abuso, bullying o dificultades emocionales, expectativas o presiones académicas o mandatos familiares y sociales excesivos o no acordes al sentir de la persona.
Quienes se autolesionan tienen más probabilidades de tener pensamientos y comportamientos suicidas, en comparación con quienes no lo hacen. Por ello es importante buscar ayuda profesional.
Algunos adolescentes y jóvenes pueden autoinfligirse lesiones sin que ello implique riesgo de suicidio. No obstante, no debe minimizarse ninguna manifestación de este tipo, ya que son síntoma de situaciones de vulnerabilidad, malestar físico o emocional, que requieren un abordaje inmediato.
Es necesario romper con los estigmas y mitos que giran alrededor de la autolesión y apoyar a la persona que lo sufre y su entorno.
Si una persona del entorno presenta autolesiones se debe solicitar ayuda psicológica y no estigmatizarla, ofrecer contención y dar espacio al diálogo. Es muy importante la participación de la familia, amigos y allegados.
El GUIAF
La Secretaría de Salud Mental y Adicciones tiene un programa asistencial denominado GUIAF (Grupo Interdisciplinario de Abordaje Familiar en Episodios de Suicidio o Intento de Suicidio). Funciona en el interior del Centro de Salud Nº 63, en avenida Sarmiento 655, teléfono (0387) 4213387.
Allí se reciben consultas espontáneas, derivaciones o pedidos de intervención por intento de suicidio y también por casos de autolesión. “Se trabaja con los familiares, en un primer abordaje, una primera evaluación y contención, luego se articula con los servicios de salud para que la persona reciba asistencia psicológica”, comentó la jefa del programa, Yasmín Salomón.
