El 24 de marzo de 1976 se inició la etapa más trágica de la historia argentina, por eso creo oportuno hacer algunas reflexiones sobre esta fecha tan sentida para los argentinos. Se cumplen 39 años del comienzo de la noche más oscura de nuestro país, pero a su vez este año celebramos los primeros 30 años de vigencia ininterrumpida de nuestra Democracia.
Hoy es normal hablar de votar, de candidatos, de elecciones como pero no siempre fue así, los que nacimos en la década de los 80 no llegamos a ver lo que pasaba, decenas de miles de exiliados, asesinados, niños apropiados y desaparecidos, persecución de militantes políticos, secuestro, ejecuciónde personas, torturas, liberalización de la economía estas son apenas algunas de las consecuencias de esa anarquía impuesta por quienes se crean dueños del destino de los argentinos, daño irreparable que el ejercicio salvaje del poder generó durante el período 1976 1983.
Nuestros padres y abuelos vivieron su adolescencia o juventud bajo el gobierno de facto militar. El golpe de estado del 24 de marzo de 1976 instaló en nuestro país una de las dictaduras más crueles de la historia. Todo fue armado y preparado desde antes para llegar a cabo ese plan macabro, por eso un dato fundamental es que las Fuerzas Armadas antes de golpe militar ya habían obtenido la legislación de emergencia para reprimir la subversión, en violación de principios del Derecho Penal Clásico.
El desmantelamiento del aparato productivo, la corrupción en la administración de la cosa pública, la censura, la destrucción de la universidad pública y el galopante endeudamiento externo, también fueron signo distintivo de los gobiernos de las distintas juntas militares que se sucedieron con la connivencia de los sectores más reaccionarios de la sociedad.
Este 24 de marzo es un feriado triste, que debe significar para todos los Argentinos la oportunidad de reflexionar y dejar de lado el individualismo que vivimos actualmente, para comenzar a vivir en una etapa basada en la necesidad de ser todos no individuos sino ciudadanos. Siendo partícipes de una generación que lucha por la defensa de las instituciones, por el respeto de la constitución, por la vigencia de los derechos humanos, trabajando por nuestra Nación, consolidando el Estado de Derecho.
Por ello nosotros al igual que lo hicieron muchos hombres y mujeres reconocidos socialmente o anónimos, pero que dieron su vida por esta causa, seguiremos luchando por porque sabemos que no solo los desaparecidos significan violaciones a los Derechos Humanos, también lo son los índicesde mortalidad infantil, la desnutrición, la pobreza, porque como lo dijeron los jóvenes de la Coordinadora en el 84 “cuando aparezcan los desaparecidos y se liberen a los presos políticos, los derechos humanos seguirán siendo nuestra bandera”, y nosotros 37 años después reafirmamos eso, porque seguimos exigiendo justicia y respeto por los derechos humanos en todos los casos.
A 39 años de ese golpe de estado que instalo la anarquía de las botas, con valentía y sin hacer bandera de las heridas sufridas en esta lucha, seguiremos predicando la necesidad imperiosa de la Unidad Nacional como única forma de consolidar el Estado de Derecho, la Soberanía Popular y edificar una Democracia solida. Democracia que nos permitirá discutir diferencias ideológicas dentro de las instituciones consagradas en la Constitución Nacional, logrando que los argentinos comprendamos que NUNCA MAS, un militar trasnochado vuelva a dar un golpe de Estado, para que así luchemos porque los derechos humanos no sean violados en nuestra Argentina.
Este 24 de marzo reafirmamos nuestro compromiso con la Democracia, luchando por la Justicia debe llegar, defendiendo la memoria encendida delos pueblos para que no vuelva el horror, estando orgulloso del Nunca Mas, del Juicio a las Juntas y los juicios por la Memoria la Verdad y La Justicia, y ratificando nuestro compromiso por la vigencia de los derechos humanos.
