Desde hace algunos días vienen escuchándose opiniones sobre las declaraciones realizadas por el gobernador Urtubey, particularmente sobre el tema del pago a holdouts, o más conocidos como fondos buitres.
Mucho se habló, y es importante que esto suceda, porque estamos hoy discutiendo el futuro de la Argentina, el modelo de país que queremos y que va gobernarnos en los próximos años.
Estamos convencidos de que se ha hecho mucho, que la Argentina ha avanzado en el camino de la inclusión y el desarrollo, y que han sido 12 años de grandes transformaciones positivas. Pero también sabemos que aún queda mucho por hacer, y que retomar el camino del progreso requiere poner sobre la mesa cada uno de nuestros problemas y deudas pendientes. Así lo ha hecho nuestro gobernador en la provincia, reconociendo y haciendo visibles las enormes desigualdades que aun sufren nuestros hermanos, y así pensamos hacerlo también en el país.
Por esto, en lo personal, no me sorprenden las declaraciones de nuestro gobernador en relación a los holdouts, que no ha hecho más que empezar a poner en debate y ocuparse de los temas que son cruciales para el futuro de los argentinos.
No podemos negar que la Argentina necesita hoy remover obstáculos para volver al mercado de capitales, no para endeudarse en beneficio de unos pocos como en las 90, sino para reactivar la industria y las economías regionales, que son la base del trabajo de los argentinos.
Y claramente así lo sostuvo Urtubey, “hagamos lo que hay que hacer para poder crecer. Esta no es una cuestión dogmática, ni ideológica, ni nada, yo quiero financiamiento, yo quiero la obra del ferrocarril Belgrano, yo quiero pavimentar la ruta entre San Carlos y Cachi, yo quiero tener agua potable en el Chaco Salteño donde no tengo, quiero tener la posibilidad de hacer más viviendas, necesito tener más energía para poder tener más actividad industrial en Salta y en todo el norte argentino y para eso tenemos financiamiento, o sea al lado nuestro, en Bolivia, en Paraguay, en Chile, no estoy hablando ni de Suiza, ni de Alemania, ni de países nórdicos con alto prestigio en los mercados, estoy hablando de Bolivia, Paraguay, Chile, Perú. Están financiando al menos del 5%, en la Argentina nadie se puede financiar a menos del 30%, así no se puede crecer nunca”.
Pero no solo por esto es importante volver al mercado de capitales. Necesitamos hacerlo, porque no queremos una vez más políticas de ajustes para reducir la inflación, políticas que destruyen el trabajo y generan un enorme costo social. Como también lo sostuvo Urtubey, la inflación se combate mejorando la capacidad de oferta, con más inversión, con más financiamiento, y no ajustando, devaluando y dejando que el mercado decida el futuro de nuestro país.
El escenario nacional e internacional requiere de hombres y mujeres que se atrevan a enfrentar los problemas, y Urtubey así lo esta haciendo. Hoy negociar con los buitres es una necesidad, y se lo va hacer sin poner en peligro el futuro y el bolsillo de los argentino.
Difícil no coincidir con esta postura, difícil no coincidir con alguien que está en línea con lo que piensa, lo que dice y lo que hace, y que cree que reinsertar la Argentina en el mundo es aumentar las herramientas para lograr alcanzar altos niveles de inclusión social. Alguno distraídos se guiarán por un titulo marketinero. Estoy absolutamente convencido, que la mayoría de la sociedad, no solo salteña sino argentina, comulga con las posturas del gobernador Urtubey, y en lo personal estoy cada día más orgulloso de poder militar y seguir levantando las mismas banderas en esta fuerza política plural y progresista. Algunos, los menos, seguirán seguramente mirando el dedo, cuando en realidad nos están señalando la luna.
