No se trata de continuidad o no de un modelo, de éxitos (evidentes) o fracaso (deudas en algunas áreas). Los perfiles de ambos candidatos marcan una clara diferencia con quienes condujeron nuestro país en los últimos 12 años: Néstor y Cristina.
El fanatismo, el estar de un lado o del otro, la falta de diálogo, el ninguneo a la prensa, fueron características de un estilo de gobierno que deja un saldo negativo en muchas cuestiones.
No obstante, esta segunda vuelta electoral tiene al menos 3 motivos que la convierten en especial:
- Será el fin del kirchnerismo, gane quien gane.
- Es el primer balotaje de nuestra historia, desde su incorporación a la Constitución Nacional como sistema electoral.
- En caso de ganar Mauricio Macri (tiene claras posibilidades), sería el primer presidente electo proveniente de una fuerza nueva, diferente al peronismo y al radicalismo (que aunque integra Cambiemos, Macri no pertenece a ese partido).
Las claves
Evidentemente, tras los resultados del 25 de octubre, los candidatos se tomaron un tiempo para analizar los resultados. Para ambos, la clave es conquistar la mayor parte de los 5 millones de votos que eligieron a Sergio Massa, el tercero en discordia.
En el PRO, es claro que tuvieron un mayor apoyo en los principales centros urbanos del país, sobre todo en la franja central, por lo que el foco está puesto ahora en el norte y sur del país.
Las últimas encuestas marcan que Daniel Scioli sigue teniendo ventaja en el NOA, NEA y Sur, mientras que Macri se impondría en el Centro y Cuyo.
El equipo de campaña del gobernador bonaerense, a su vez, entendió que haciendo foco en la figura de Daniel Scioli, apartándose un poco del kirchnerismo, resultará fundamental para conquistar al electorado que no lo acompañó en la primera vuelta. Por eso lo de “más Scioli”.
El factor economía
De propuestas poco se habla, aunque la exposición de las mismas tuvo su mayor desarrollo en la previa a las generales de octubre. Por eso la discusión hoy en día pasa casi indefectible por tratar de convencer al electorado en el estilo de gobierno que tendrá cada uno, y el aspecto económico. Nada más.
La idea de cambio o continuidad, seguir con este modelo o no. Es el primer aspecto que analiza el votante.
Y, al parecer, el rumbo que tomará la economía es el otro aspecto central que los candidatos intentan exponer, o al menos, desde los medios se trata de instalar.
En concreto, Scioli a través de Silvina Batakis, su futura y designada ministra de Economía, propone un dólar inferior a los $10 y pocos sobresaltos en la economía. Retoques en las retenciones, en el impuesto a las ganancias son algunos de sus ejes.
"Mantener el dólar oficial bajo protege el salario de los más vulnerables". Critica al líder del PRO: "Macri propone liberar el cepo el 11 de diciembre, quiere decir que el mercado regule todo y eso hace que se beneficie a un sector muy chiquitito que no son los más vulnerables", señaló Batakis. "Cuando hacés una devaluación el más afectado es el bolsillo de la gente, cuando pensás un dolar a $16 estás pensando en un grupo más chiquito del que puede hacer transacciones y tener rentabilidad. Esto va a impactar en la mesa de los argentinos".
Por su parte, desde el macrismo, Rogelio Frigerio, uno de los voceros económicos, dijo: “Vamos a apuntar a una política sin impuestos que jodan a la gente". "El 99 por ciento de los países tiene un sólo dólar; todos tienen un solo tipo de cambio libre con una flotación administrada". Vamos a abrir la puerta para que entren dólares.
Entramos en la recta final. Son menos de 15 días de campaña que tendrán poco de creativa y mucho de agresiva.
Lo importante, es que el 22 de noviembre se espera una afluencia histórica de votantes, porque nadie querrá quedarse afuera de un momento único y trascendente en la historia reciente del país, que definirá el futuro de la república.
